Y hoy vamos a hablar de la gran olvidada, la bioenergía.

Las páginas de periódicos, revistas especializadas e informativos estén llenas de espacios con noticias e informaciones sobre la reina de las renovables, eólica y fotovoltaica, habría que resaltar otro punto.

En los últimos años el consumo de bioenergía moderna ha superado en el doble a la eólica y fotovoltaica.

La bioenergía, o energía de biomasa, es el gigante olvidado dentro de las energías renovables, sin embargo, es la responsable de la mayor parte del consumo final de energía para suministrar calor a los edificios y a la industria a nivel mundial.

La producción de biomasa deriva de residuos industriales y orgánicos. Y como orgánicos hablamos de todo lo que son plantas, residuos de alimento, agricultura y producción industrial.

En algunos países se habla de cultivos energéticos donde extensiones de plantaciones de varios tipos sirven a la producción de bioenergía moderna (bio-Diesel, bio-etanol, etc.). Uno de estos países es Brasil, donde la producción de bioenergía es más del 47% de toda la energía renovable.

Aunque más silenciosa que otras renovables, la bioenergía en sus varias facetas sigue el mismo progreso.

Os ponemos algunos ejemplos con estos artículos:

– Asturias impulsa las instalaciones de biomasa con ayudas a proyectos de Hunosa y la Cámara de Comercio de Oviedo

– La red de calor de Valladolid ya cuenta con el primer tubo para conducir el biocombustible

– La capacidad de producción de diésel renovable de EEUU podría más que duplicarse hasta 2025

Hemos tratado de ofrecerles un abanico sobre la bioenergía, este cada vez se amplia más. Innovación, experimentación y aplicación y uso de nuevas tecnologías siguen en aumento.

En el próximo artículo trataremos de un argumento más “amplio” en su concepto: la eficiencia energética.

Gracias por habernos leído y os esperamos en el próximo artículo.